lunes, 2 de julio de 2007

Los efectos del cambio climático en Argentina

Imagine un territorio de tormentas devastadoras y calores insoportables. Donde las vacas se secan de leche y los peces migran. Donde desaparece el maíz y la tierra se vuelve infértil por la sal de los mares que avanzan sin control. Donde escasea el agua potable. Tal vez esté imaginando a la Argentina en un puñado de décadas

Ximena Pascutti
Revista Rumbos
Argentina

En su último informe, de enero, los científicos del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas fueron muy claros: si hombres y mujeres no comienzan a revertir los efectos de algunos de sus hábitos e industrias sobre el ambiente, el mundo, tal cual lo conocemos, desaparecerá. En este rincón del mapa se esperan subas de temperatura de hasta 1,4 grados en 2020 y de hasta 5,8 en 2080, provocadas por gases de “efecto invernadero” como el dióxido de carbono y el metano. Un aumento para el cual muchos cultivos y animales, de principal consumo, no están preparados. “El clima de los próximos 20 a 30 años está determinado”, asegura la climatóloga Inés Camilloni, docente del Departamento de Ciencias de la Atmósfera de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. “Los gases que fuimos emitiendo a la atmósfera permanecen lo suficiente como para que su efecto quede, más allá de que dejemos de emitirlos –aclara Camilloni-. Sólo si hacemos algo ahora, podríamos revertir un poco el cambio luego del 2030”.
Las consecuencias, dicen los expertos, pueden ser muy variables porque se combinan condicionantes estacionales, geográficos, demográficos y sociales, y malas prácticas productivas. Pero el futuro, en pequeñas dosis, ya llegó.

Cuenta regresiva
Inundaciones donde la tierra se resquebrajaba; sequía en antiguos paraísos fértiles. Veranos más largos que se prolongan en el otoño, e inviernos templados. De la mano del calor, un vistazo futurista de la Argentina podría revelar un panorama muy alejado de aquel “granero del mundo” que hizo famoso a este territorio.
“Todos los cultivos tienen un rango de temperaturas entre las cuales se desarrollan, y el trigo está cerca de su tope de temperatura máxima”, advierte la doctora Graciela Magrin, experta del Instituto de Clima y Agua del INTA. Y aclara: “Un estudio reciente demostró que el rendimiento del trigo se está reduciendo a una tasa de 28 kilos por año debido, principalmente, al aumento de la temperatura. Por ahora, los científicos están compensando este efecto con modificaciones genéticas, que producen cultivos más resistentes”, explica Magrin, quien coordinó junto con el prestigioso meteorólogo Osvaldo Canziani el Grupo de Trabajo II del IPCC sobre América Latina.
Las vacas, símbolo por excelencia de la abundancia argentina, ya son un blanco fácil del cambio climático. Además de alterar la calidad de las pasturas, las subas de temperatura provocan la muerte a miles de cabezas de ganado, víctimas de las inundaciones y sequías prolongadas que se repiten como espasmos de mal agüero. “A las vacas les cuesta mucho recuperarse de eventos extremos, como las olas de calor. Se estresan, y esto podría afectar mucho la producción lechera en las provincias de Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y también en la región del Gran Chaco, donde ya hay problemas de ese tipo”, se adelanta Magrin.
Oráculos del cambio climático, los expertos auguran unos cuantos problemas más: los daños por tormentas y granizos sorpresivos e intensos, y tornados desde Santa Rosa, La Pampa, hacia el norte del país. También proyectan cambios en el nivel del mar, inundaciones severas en toda la cuenca del Plata y reducciones de la energía hidroeléctrica por falta de agua en la zona de Cuyo, el Noroeste y una parte de la Patagonia. Esto último los preocupa especialmente: toda la economía de las provincias de Mendoza y San Juan, por ejemplo, se basa en sus ríos. Las proyecciones ya hablan de disminución de caudal -de hasta el 50 por ciento, en algunos casos-, de los ríos San Juan, De los Patos y Atuel, en Cuyo, y de los ríos Negro, Limay, Neuquén y Colorado. Además, se sabe, cuando hace más calor se incrementa la demanda de agua. Esto afectaría la producción de electricidad y de frutales como manzana y peras. Y también cultivos como la papa semitardía, arvejas, porotos, cebollas, ajíes y pimientos, muchos de ellos de subsistencia. Y las pequeñas parcelas cultivadas con trigo, maíz, avena, lúpulo y alfalfa. En el Comahue, de donde proviene el 15 por ciento de la electricidad producida en el país, ya se está generando un 30 por ciento menos de energía que en la década de 1940.

Cultivos en riesgo
El fenómeno muestra otra de sus caras injustas en las zonas históricamente húmedas: allí, el exceso hídrico pudre raíces, dificulta las cosechas y, a largo plazo, lava los suelos quitándole sus nutrientes. “Las lluvias anuales en la cuenca del Plata aumentaron entre el 10 y el 40 por ciento en los últimos 40 años, con mayores incrementos en el norte de Corrientes y el sur de Misiones”, asegura Camilloni. ¿Cultivos comprometidos? Trigo, maíz, centeno, cebada, avena, arroz y lino. “Si el ambiente es húmedo, aumentan las enfermedades como hongos y bacterias en los cultivos. Esto significa más tratamientos con agrotóxicos o pérdidas por las pestes”, acota el ingeniero agrónomo Adolfo Boy, profesor de la Universidad Nacional de Morón y miembro del Grupo de Reflexión Rural. “Si permanece el agua mucho tiempo en la tierra, las raíces se asfixian pues necesitan oxígeno, y la planta muere. Este es un problema que afecta a todo el país porque hay cultivos de Chubut a la Quiaca”, dice.
Los vinos también sufrirán su embestida climática. Según el último informe del IPCC de las Naciones Unidas, los llanos mendocinos experimentarán, en el transcurso de este siglo, un aumento de 3 grados durante el verano y algo menos en invierno. “Cada vez son menos frecuentes en Mendoza los inviernos con gruesas capas de hielo en las acequias, algo que era común hace 40 años, y cada vez hay más eventos extremos. Será necesario que los productores mendocinos compensen la erosión de los suelos provocada por las lluvias intensas”, aconseja el doctor en geografía Ricardo Villalba, director del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales. Allí, en Mendoza, las lluvias intensas –mucha agua en poco tiempo- también aumentarán entre un 40 y 60 por ciento para fines de siglo. “También habrá que trabajar genéticamente en la búsqueda de variedades más resistentes a las enfermedades criptogámicas que vienen de la mayo de la mayor humedad ambiental”, dice el investigador. “Un estudio reciente indica que la producción de vinos de primera calidad en los Estados Unidos podría declinar hasta en un 81 por ciento a fines del slgio XXI –comenta Villalba-. El aumento de días extremadamente cálidos, con temperaturas mayores a 35º, pareciera ser el principal factor asociado a la reducción de áreas productivos de vinos”.

Cóctel peligroso
Aumento de las enfermedades cardiovasculares y de las muertes por fallas cardíacas. Proliferación del paludismo, el dengue y la fiebre amarilla en pleno siglo XXI y muy lejos de la Edad Media. Según el último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC), el cóctel formado por el aumento de la temperatura y los eventos extremos, mayores humedades relativas y la contaminación atmosférica, podrían provocar un nuevo mapa de enfermedades difícil de controlar.
Aunque para la Argentina no hay estimaciones sobre los problemas que acarrarían estas enfermedades, la generalidad del fenómeno (que ya está afectando a la Argentina y al resto del mundo) prevé algunos cambios en el mapa de las enfermedades. Por ejemplo, el impacto será mayor en áreas urbanas y afectará sobre todo a los enfermos, a los ancianos y a quienes no tengan acceso a sistemas de aire acondicionado.
El incremento en la frecuencia y la intensidad de inundaciones y sequúias aumentará el riesgo de diarreas y de enfermedades respiratorias. Inundaciones ocurridas en California, por ejemplo, fomentaron la proliferación de hongos del suelo que contaminaron las fuentes de agua para uso doméstrico. En Indonesia, las cenizas producidas por invencidos forestales producjeros transtornos respiratorios en personas que vivían a 900 kilómetros del lugar. En nuestra Pampa Húmeda, tras las lluvias que recientemente anegaron 4 millones de hectáreas, el desborde de los pozos ciegos originó un estado de alerta hospitalaria ante el riesgo de la aparición masiva de enfermedades como la disentería, la salmonelosis y el cólera.
Muchas enfermedades infecciosas que se contraen a tra´ves de los alimentos o el agua son muy sensibles a las condiciones climáticas. En Blangladesh, los casos de cólera aumentan cuando aumenta la temperatura de la superficie del océano en e. Golfo de Bengala. El microorganismo que produce la enfermedad, el Vibrio cholerae, vive en la maeria mucosa que recubre ciertas algoas marinas que proliferan al subir la temperatura.
Según Paul Epstein, que fue miembro del IPCC y trabaja en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, la secuencia de inviernos templados seguidos de veranos secos y cálidos se hará másfrecuente a medida que aumente el calentamiento global. Estas condiciones favorecerán la transmisión de la encefalitis de Saint Lous y otras enfermedades en cuyo ciclo intervienen aves, mosquitos urbanos y seres humanos.
La temperatura tiene una influencia directa sobre los ciclos de vida y la distribución geográfica de los animales vectores de enfermedades.
Los mosquitos Anopheles que transmiten la malaria (también conocida como paludismo) son los animales más peligrosos para la humanidad):la enfermedad mata unas 3000 personas por día. El área habitada por los Anopheles contiene el 45 por ciento de la población del planeta. A causa del calentamiento global, los mosquitos podrán colonizar regiones a las que actualmente no pueden acceder porque son demasiado frías o secas. Se estima que a fines del siglo XXI, el 60 por ciento dela población mundial estará en riesgo de contraer la malaria.También se ha detectadola dispersión de mosqitos hacia regiones más altas, que hasta hace poco les estaban vedadeas a causa de la baja temperatura. Durante la última década del siglo XX, el dengue amplió considerablemente su área de incidencia en la Argentina y países limítrofes. Transmitido por los mosquitos Aedes aegypti,esta enfermedad estaba limitada a una altura de 1000 metros sobre el nivel del mar. Pero ya se han producido casos a 1700 metros en México y los mosquitos fueron detectados a 2200 metros en Colombia.
En la Argentina no se detectaba casos de dengue desde 1916 y el mosquito fue erradicado en los años 6º. Pero volvió. Ahora hay dengue en Salta desde 1998, y en Misiones desde el año pasado. Aunque la enfermedad se mantenía a raya en estas dos provincias, en marzo de este año ya se manifestaron unos 40 casos en la provincia de Buenos Aires.

Y las vacas?
La vaca nos da la leche y las milanesas, la manteca y el yogurt. Es una institución argentina, de orgullo a la parrilla y prestigio de los empresarios for export. Pero también, aunque cueste creerlo, es la muda responsable de 20 por ciento de emisiones de gas metano que se generan en el país. Sucede que, básicamente a través de sus eructos, las 55 millones de cabezas vacunas de la Argentina liberan a la atmósfera, por día, entre 350 y 750 litros de gas metano, producto de sus complejos sistemas digestivos. Y con quedada distracción, aportan su granito de arena a la contaminación planetaria.
El metano es uno de los seis gases llamados de efecto invernadero, grandes culpables del calentamiento global, y tiene un poder de calentamiento 21 veces superior al del dióxido de carbono. Al igual que este, este contaminante se concentra en la atmósfera, obstaculizando a los rayos del sol que deben salir de la Tierra. El resultado: las subas de temperatura, y con ellas la proliferación de eventos extremos que acarrean deterioro ecológico y grandísimas pérdidas económicas a los productores e industriales.
¿Amordazarlas? ¿Qué hacer para evitar la contaminación? Una opción es modificar la alimentación de las vacas, combinándola con alimentos balanceados, ya que el pasto complica la digestión y las hace eructar demasiado, aseguran los expertos.

Nuevo mundo
Pero no todas las regiones son iguales ante el cambio climático. “En el Gran Chaco se agudizará la degradación del suelo, que es especialmente vulnerable ante el avance de la desertización y la salinización, es decir, la acumulación excesiva de sales del agua”, recalca Magrin. “Esto es muy preocupante para las zonas de producción agrícola y ganadera, ya que afecta a los cultivos, reduce la calidad del suelo y limita los usos potenciales de las aguas subterráneas”, agrega la Magrin. El agrónomo Boy precisa: “El problema de la salinidad es que las raíces tienen algo llamado tensión osmótica. Al aumentar la salinidad, las plantas no pueden absorber nutrientes porque esta tensión es mayor en el terreno que dentro de las raíces. Las plantas se marchitan y mueren”.
Esta región registra, además, otra tendencia que preocupa en toda Latinoamérica: el corrimiento de la frontera agrícola. “Por este aumento de lluvias hacia el oeste y la incorporación de nuevas tecnologías, este límite se expandió muy violentamente hacia el Gran Chaco, que es ambientalmente muy frágil”, insiste Magrin. “Aumentó la temperatura, favoreciendo el cultivo de soja, pero también los eventos extremos, como grandes lluvias seguidas de sequías severas. Si a esto uno le suma los desmontes, que nunca se planificó hasta dónde podían llegar, hablamos de una zona muy amenazada”.
¿Qué nos queda a los argentinos ante tamaña saga futurista? ¿Debemos prepararnos para lo peor? La climatóloga Matilde Rusticucci, experta en fenómenos climáticos extremos, acota: “Las lluvias extremas lavan los suelos. A corto plazo, debemos estudiar mejor el tema en nuestro país, para interpretar región por región cuáles serán los escenarios del cambio y proponer medidas de adaptación acorto plazo y de mitigación a largo”, propone. “Por ejemplo, consumir menos combustibles fósiles y usar energías alternativas”, añade Rusticucci, uno de los 152 científicos que elaboraron el informe mundial del IPCC.
“No hay que ser apocalíptico”, resume su colega Magrin. “La agricultura no va a desaparecer tan fácilmente. La genética avanza y nosotros podríamos cuidar más nuestras tierras. Debemos evitar tanto fuego y deforestación, porque si desaparecemos los árboles, impedimos que esos chupen el carbono de la atmósfera”, advierte la agrónoma. Y va más allá: “El uso abusivo de fertilizantes también contamina. Los nitrogenados, por ejemplo, emiten óxido de nitrógeno, que es otro gas de efecto invernadero. En la Argentina, las emisiones del sector agropecuario, incluyendo la ganadería, llegan casi al 50 por ciento de las emisiones del país, que de por sí son altas –dice la experta-. Además de mitigar tendremos que pensar en adaptarnos a este nuevo mundo”.

Bonos de carbono
El 16 de febrero de 2005 entró en vigor el Protocolo de Kioto –firmado en 1997- un acuerdo mundial para reducir las emisiones de gases contaminantes. Como en el mundo actual, lo que no conviene económicamente, parece no convenir a secas, en esta búsqueda verde se crearon mecanismos económicos para tentar a países ricos y beneficiar a los más pobres.
El Protocolo establece el compromiso de 35 naciones desarrolladas de reconvertir sus industrias para frenar el calentamiento global. El objetivo: lograr que para el 2008-2012 estas hayan disminuido sus emisiones a un 5 por ciento menos del nivel de 1990.
Pero esas empresas pueden cumplir en cualquier lugar del planeta, no necesariamente en su territorio de origen. También pueden comprar bonos de carbono de países que superen las metas exigidas. Se trata del mercado de carbono, un sistema de comercio a través del cual los gobiernos, empresas o individuos pueden vender o adquirir reducciones de gases contaminantes. Estas reducciones se miden en toneladas de dióxido carbono, y formalmente se traducen en Certificados de Emisiones Reducidas (CER). Un CER equivale a una tonelada de dióxido carbono que se deja de emitir a la atmósfera.
En la Argentina, los proyectos para reducir estas emisiones contaminantes deben ser remitidos a la Oficina Argentina del Mecanismo para un Desarrollo Limpio, dependiente de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable.
  • El cambio climático es un fenómeno general de calentamiento del planeta como consecuencia del incremento, por acción del hombre, del dióxido de carbono y otros gases de efecto de invernadero en la atmósfera.
  • La Tierra siempre vivió ciclos alternados de recalentamiento y glaciación. Pero desde hace 30 años se aceleró este aumento, a un ritmo de 0,2 por década, 100 veces más que el ritmo considerado natural.
  • A fines del siglo XXI, las temperaturas podrían aumentar entre 1,4 º y 5,8º, y el nivel de los océanos subiría entre 15 y 80 centímetros, según el último informe de IPCC.
  • El cambio climático ya se ve: retroceden los glaciares, hay menos nevadas y aumentan los fenómenos extremos, como las lluvias torrenciales, las sequías intensas y los huracanes.
  • Se puede frenar reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero. De todas formas, la persistencia de los gases en la atmósfera y la inercia térmica prolongarían el cambio climático por más de un siglo.
  • 156 países suscribieron el Protocolo de Kyoto, que obliga a 36 naciones industrializadas a retrotraer las emisiones de los seis gases más contaminantes a los niveles de 1990, para 2012. Pero no lo han firmado ni Australia ni EE.UU. (responsable del 25 por ciento de las emisiones mundiales).



Biodiversidad y cambio climático

Por Adolfo Boy (*)

Durante años los agrónomos, taxónomos y antropólogos hemos coleccionado germoplasma (genes de que representan la biodiversidad) de las especies de interés alimenticio, textil y medicinal, entre otros usos.Una vez colectado, clasificado y acondicionado según se trate de semillas o trozos vegetales (en las especies de reproducción asexual o agámica), se las almacena en los denominados bancos de germoplasma. Allí son conservados para su evaluación, descarte de duplicados, identificación de caracteres y eventualmente su utilización ante necesidades dentro de los programas de mejoramiento de las instituciones públicas y privadas. Como es lógico imaginar, ese caudal de biodiversidad “envasado” en un paquete, un frasco o un tubo de ensayo, no interactúa con el ambiente para ir “adaptándose” al mismo y sus posibles modificaciones.Cuando ese material vegetal estaba “in situ”, formaba parte de un sistema donde el hombre juzgaba desde su necesidad qué plantas de esa “variabilidad poblacional” debía seleccionar para guardar semilla: por su sanidad, su rendimiento, gusto o conservación. En una palabra, por su adaptación tanto al lugar como para satisfacer las necesidades de quien la cultivaba. Esta relación planta - ambiente - hombre es la que nos dejó como herencia la biodiversidad que hoy tenemos. O habría que hablar en pasado, pues al instalarse la mentalidad de la revolución verde, los agricultores fueron abandonando su relación directa con los cultivos y delegaron en las empresas semilleras la tarea del mejoramiento. Estas empresas eliminaron de sus catálogos los cultivos de “polinización abierta”, o sea la biodiversidad de la poblaciones, y se concentraron en la producción de híbridos, que justamente son locontrario de la variabilidad y exigen del agricultor que les aporte todas las condiciones agronómica para mostrar su rendimiento. De lo contrario su rendimiento puede ser menor que las poblaciones. La pérdida de esa biodiversidad es una preocupación que ha tomado el Instituto de la Pequeña Agricultura Familiar (IPAF) del INTA, convocando y alentado a pequeños agricultores que poseen semillas adaptadas a condiciones locales particulares, para que las multipliquen y sigan seleccionando, con su experiencia y saber.
Esta actividad es fundamental para el futuro de la humanidad, pues será esa biodiversidad la que tal vez nos salve de morir de hambre, a pesar del calentamiento global y el cambio climático.
* Ingeniero agrónomo, profesor de la Universidad Nacional de Morón y miembro del Grupo de Reflexión Rural.

3 comentarios:

tierra | taller dijo...

¿"0 comentarios"?
No tenemos nada para decir de ésto?
Temblequea mi conciencia.
Recordemos que todo empieza por el metro cuadrado en el que estamos parados.
Hagamonos responsables con nuestras actitudes diarias... no esperemos a que salga por la tele... va a ser mas tarde que ahora...
Y si el tema todavia no se toca es por pura conveniencia economica... Bah, como todo...

Un saludo alentador... pero no desde la esperanza sino de ponerse los pantalones y poner el tema sobre la mesa...

Carajo!!!

tierra | taller dijo...

Bueno... perdón, olvidé agradecer a ustedes que están poniendo el tema sobre la mesa...
Es que hace falta más!!
Entre mates debemos charlar de esto, y no de otra cosa...
Nuestros legisladores han entregado los andes! la cordillera es tierra de nadie! lavan montañas con millones de mtros cubicos de agua, cianuro y demas... para obtener tan solo un puchete de minerales (minería de baja ley que le dicen, ya no quedan yacimientos vetiformes)... quedan las aguas todas hipercontaminadas... las poblaciones con malformaciones, los cultivos agrícolas, razon de ser y subsistencia, imposibilitados de ser...

Anónimo dijo...

REFLEXIÓN SOBRE EL CALENTAMIENTO GLOBAL.

Sino frenamos la contaminación, y si no se hace nada pronto, va a ser demasiado tarde para tomar medidas para desacelerar el calentamiento global, porque va a llegar a tal grado el calentamiento que ya no va a ver punto de retorno y esto solo va a pasar en las próximas décadas. Se dice que en este siglo la temperatura global de la Tierra va a aumentar de 1 a 6 grados, quizás no parece nada a simple vista. Pero el aumento de grado por grado traerá consecuencias muy drásticas. Cuando la tierra alcance el 3er grado de aumento ya no se va a poder hacer nada, porque el calentamiento se va a tornar incontrolable y provocara la desaparición del Amazonas a causa de enormes incendios que van a ser imposibles de frenar, eso es muy grave porque automáticamente provocara que la temperatura suba 1 o 2 grados más. Y bueno al 4to grado, el nivel del mar subirá a causa del derretimiento de los polos de la Antártida, desapareciendo todos los países con costas, o sea que las costas sudamericanas serán las 1eras seriamente afectadas. Aparte el deshielo en la Antartida hoy ya es una realidad. Esta ocurriendo de una forma mas acelerada de lo que se pronosticaba. El volumen que contienen todas las masas de hielo existentes en el planeta, ¡podrían provocar que el nivel del mar subiera de 60 a 70 m! Va a ver supertormentas nunca antes vistas, enormes catástrofes y esto va a pasar mucho antes de lo que pensamos, quizás hasta lo vivamos nosotros, sino es así serán nuestros hijos. Estas son algunas de las innumerables consecuencias que traerá el cambio climático y de hecho quizás hay muchas otras cosas que ni sabemos, y que ni imaginamos que puedan llegar a suceder. El cambio climático ya lo estamos viviendo. Grandes desastres naturales que antes ocurrían cada décadas, ahora cada vez ocurren mas seguidos. Estos fenómenos cada vez ocurren con más frecuencia e intensidad. El desprendimiento de grandes bloques de hielo esta ocurriendo en los en los polos, masas de hielo gigantes de centenares de km. cuadrados. Si bien el desprendimiento de esos bloques que colapsaran no tendrán un efecto en la elevación del nivel del mar, significa una alerta que algo no anda bien, porque esos desprendimientos de esa naturaleza no son usuales, es a causa del calentamiento global según señalan los científicos. Y que es la zona más afectada por el calentamiento, y la Antartida es la zona que mas a sufrido el aumento de temperatura. Evidentemente el planeta nos esta diciendo que esta llegando a su limite, y nos esta advirtiendo. Estamos en la era en que tenemos que tener verdaderamente en cuenta el medio ambiente y aprender a sobrevivir a lo que nos vamos a enfrentar, que va a ser una batalla muy dura por la supervivencia, porque no nos vamos a engañar, poco se va a hacer por esta cuestión, o cuando realmente busquemos una solución ya va a ser demasiado tarde .Y los países subdesarrollados van a sufrir mayor impacto. Esto provocara enormes crisis mundiales por las consecuencias económicas y perdidas humanas. Guerras por la escasez de los recursos naturales, y una de los principales causas será por la escasez del agua. Es muy difícil, porque hay que cambiar la mentalidad de las personas, cambiar nuestras maneras de vivir, y eso no es de un día para el otro. Y hay otros intereses de por medio que juegan ,el afán de lucro y de expansión de los países de 1er mundo y los de en vías de desarrollo, que obstaculizan más aun buscar nuevas alternativas de desarrollo que sean ecológicas, una alternativa por ejemplo es la energía solar y la eólica pero también existe otras posibilidades. Por eso es muy difícil cambiar un sistema ya predominante a nivel global que rige nuestra sociedad. De otra manera se puede decir quizás que el gran culpable sea el sistema capitalista, pero hablando de la fase del desarrollo industrial. Las industrias son las que emanan el gran porcentaje de los gases de efecto invernadero que perjudican el medio ambiente. Pero tenemos que pensar que se va a hacer mucho mas por esta causa y que del hombre se convenza que no hay otra si es que queremos nuestra preservación. El hombre es un animal de costumbre por ese lado quizás surja algo de esperanza, pero no contamos con mucho tiempo. Hay que buscar soluciones para prevenir tales predicciones de catástrofes climáticas que no ocurran y no buscar soluciones para enfrentarlas en el día de mañana. Mas vale prevenir que curar encaja muy bien en este tema. Y creo que una cosa es cierta el costo económico sería enormemente mayor si seguimos en la misma rienda, lo que significa reconstruir ciudades desvastadas por desastres naturales que de hecho ocurre pero se convertirá en algo mas común y con mas poder destructivo, las posibles enfermedades nuevas que pueden aparecer, la escasez de ciertas recursos haría que estos fueron de altísimo costos para conseguirlos, y esto es muy claro, no todos podrán acceder a ellos, serán muy pocos, habrá guerras por los mismos, y bueno a causa del aumento del nivel del mar, los países de menos recursos no se podrán salvar. Y los países mas ricos buscaran soluciones para construir, barreras bloques especies de muros gigantes para evitar que queden bajo agua. Lo que es una injusticia porque quizás unos pocos se puedan salvar, los que tienen mas recursos y son mas poderosos, que a su vez son los que mas contaminan. ¿Sé imaginan lo que podría llegar a ser el costo económico? serian cifras astronómicas, pero lo mas importante
sin duda es el costo humano que esto provocara. Sin duda que en esto la educación va a ser clave, desde los institutos y los hogares. Es la hora de saber realmente y actuar. Ya no se puede seguir ignorando, detalles mas detalles menos, el cambio climático es una realidad y se debe en gran parte a la acción del hombre, de eso no tengo ninguna duda. Yo creo que el clima sufre cambios naturales pero pienso que el hombre ha acelerado ese proceso. Pero aparte pensemos esto, ¿qué es lo que les dejamos a los que vienen a las generaciones futuras y al resto de los seres vivos? Hay gente que piense que quizás esto pueda suceder, pero le restan importancia porque piensan que no les va a tocar en sus vidas o que va pasar en mucho tiempo, pero como dije antes ,con los que vendrán que? Sufrirán las consecuencias de lo que hicieron sus antecesores.
A continuación voy a decir mas en detalle lo que puede provocar el aumento de grado por grado según Mark Lynas en un libro que escribió titulado “Six degrees” (seis grados).
Un grado más: se acabaría el hielo del Ártico.
Lynas plantea la desaparición del hielo del Ártico durante medio año si la temperatura sube solo un grado centígrado más. Además, las mareas podrían sumergir todas las viviendas de la costa de la Bahía de Bengala, entre Birmania e India, donde habitan más de un millón de personas. Habría huracanes en el Atlántico Sur, sequías severas en el oeste de Estados Unidos donde se ubican ciudades como San Diego, San Francisco, Las Vegas y Los Ángeles y se verían cambios inesperados en la agricultura de Inglaterra, donde hay más de 400 viñedos.
Más 2 grados: se acabarían las barreras de coral.
Se aceleraría el derretimiento de los glaciares de Groenlandia. Del glaciar Jakobshavn se desprenderían porciones de hielo que si se derritieran serían suficientes para abastecer con agua potable a todos los habitantes de Nueva York por un año. La extinción de los osos polares no tendría vuelta atrás y los insectos podrían comenzar a migrar a muchas regiones que se han vuelto más templadas, un hecho que ya es evidente en regiones de Brasil, Venezuela y Colombia. La isla-nación de Tuvalu, en el Pacífico sur, podría quedar sumergida por las mareas y las barreras de coral desaparecerían, porque no resistirían el aumento de la temperatura del agua.
Más 3 grados: la amenaza caería sobre la selva del Amazonas
La nieve de los Alpes se acabaría y las olas de calor serían lo normal en el Mediterráneo y en la mitad de Europa central. Los huracanes de categoría 6, peores que ‘Katrina’, serían más frecuentes y la selva del Amazonas podría desaparecer por la proliferación de incendios.
Más 4 grados: desaparecerían Venecia y parte de Egipto. El derretimiento de los glaciares del Himalaya, que alimentan el río Ganges, se produciría antes del 2035. La inundaciones serían frecuentes. Además, sin nieve que produzca agua, habría hambrunas. El norte de Canadá se convertiría en la zona agrícola más prolífica del planeta y los hielos del oeste de la Antártida podrían colapsar elevando el nivel del mar hasta la destrucción de zonas costeras de América Latina. También se inundaría por completo Venecia (Italia) y zonas de Egipto y Bangladesh.
Más 5 grados: no habría agua para Los Ángeles, El Cairo, Lima o Bombay.
Ante un escenario de este tipo, la guerra por el líquido sería inminente, una situación que muchos de los expertos del mundo han anunciado.
Más 6 grados: nos devolveríamos al periodo Cretácico.
Por falta de nutrientes, y ante la extinción de más del 70 por ciento de las especies, el océano se vería azul brillante. Los desiertos avanzarían sobre los continentes. Los desastres serían asunto de todos los días y muchas de las principales ciudades del mundo, como Nueva York, estarían bajo el agua. El mundo podría parecerse al período Cretácico, 144 millones de años atrás, en el que solamente un 18 por ciento de la superficie de la Tierra estaba sobre el nivel de las aguas, cifra que hoy se acerca al 30 por ciento.
Yo estoy convencido y creo firmemente en esto. Además creo que este siglo va ser clave porque va a marcar el rumbo de la humanidad. Creo que estamos en el momento justo de cambiar o condenarnos a la extinción.
Aclaro que acepto y respeto a las personas que no estén de acuerdo, solamente expreso mi pensamiento.
Esto simplemente va dirigido para informar y concientizar.
Yo se que esto no hace mucho, que realmente lo que provocara cambios es la acción, pero la información es muy importante también, la concientización es el 1er paso.
Desde luego que quiero aportar con algo mas pero hasta el momento no se como.
Yo en este momento estoy terminando secundario. Después quiero hacer meteorología para luego hacer licenciatura en ciencias atmosféricas. Porque estoy interesado en estudiar el comportamiento y variabilidad del clima y por la tanto las consecuencias que trae y puede traer el cambio climático.
Si alguien quiere comunicarse conmigo , o si me pueden aconsejar todas las opciones que tengo para estudiar además de ciencias atmosféricas, mi correo es: locomotiv313@hotmail.com
Desde ya doy muchas gracias a este blog por darme la posibilidad de dejar este mensaje y a tantos otros.
Aprovecho a comunicarme a través de estos blogs que tratan sobre el tema del cambio climático o calentamiento global porque la gente que los visitan es mas probable que se interesen por este tema.
Muchísimas gracias.
Un gran saludo