miércoles, 6 de diciembre de 2006

Z- Mamario: innovador sistema para detectar cáncer de seno

Evelyn Guzmán Bigott
El Diario de Guayana
Venezuela

Un innovador sistema para diagnosticar el cáncer de seno utilizando las señales eléctricas, bautizado como Z-Mamario, se viene desarrollando en el Centro de Ingeniería Biomédica, de la escuela de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Nacional Experimental Politécnica, (Unexpo), en Ciudad Guayana, al sur de Venezuela. El coordinador del proyecto, Wilfredo Fariñas, ingeniero electricista con maestría en Ingeniería Biomédica en la Universidad Simón Bolívar, explicó que han creado un equipo que permite determinar la condición eléctrica del tejido mamario para poder detectar alguna anomalía cancerígena. “Los tejidos sanos y patológicos tienen una gran diferencia. Está demostrado científicamente, que un tejido sano conduce menos electricidad que un tejido patológico, porque en un tejido sano la mama está fundamentalmente constituida de grasa. Cuando en la mama se forma cualquier tejido nuevo las propiedades eléctricas cambian haciendo que la conductividad de él sea muy alta, lo que indicaría que estamos en presencia de un tejido anómalo. Por lo tanto, estamos en la fase de estudiar y diferenciar eso”. El investigador recordó que en Venezuela, el cáncer de seno es la segunda causa de muerte por esta enfermedad en la mujer, cada año fallecen entre 16 y 17 mil personas; de ahí la importancia de esta investigación que hasta los momentos ha sido financiada en su totalidad por la Fundación para la Ciencia y la Tecnología en la Región Guayana, (Fundacite) y la Unexpo, con una inversión cercana a los 33 millones de bolívares.

Z-Mamario El proyecto de investigación tiene por nombre Z-Mamario, Z que significa impedancia eléctrica, es lo que mide el sistema y que no es otra cosa que la respuesta que presenta el tejido cuando se le somete a una corriente eléctrica o a una diferencia de potencia.
“En el caso del equipo Zeta Mamario, lo que hace es inyectar una corriente a través del músculo pectoral para luego registrarla por unos electrodos externos que en este caso van a estar ubicadas sobre la superficie del seno, registra la diferencia de potencia que hay entre el músculo pectoral y el seno y da un valor de las propiedades eléctricas de esa parte del tejido. La idea es que cuando yo compare esas propiedades eléctricas de ese tejido con una propiedad eléctrica sana, entonces yo pueda establecer cualquier patología que pueda existir en ese tejido”.
Para el investigador de la Unexpo, con doctorado en Ciencias en la Universidad Politécnica de Cuba, el procedimiento es muy sencillo, no produce ningún dolor y los resultados de cada prueba se pueden ver en menos de un minuto. “La paciente se acuesta o se sienta, depende del estado en que esté. Se le coloca un electrodo de inyección de corriente en el brazo, dependiendo de la glándula que se vaya a medir, si es del izquierdo o derecho y se le coloca la matriz de 64 electrodos sobre el seno. Las mediciones se hacen 64 veces, luego se analiza matemáticamente y se imprime una imagen de lo que puede contener el tejido”.
Durante el procedimiento se registran cuatro factores: disipación dieléctrica; conductancia; capacitancia y factor de conductancia, lo que a juicio del investigador Fariñas permite un mejor análisis. Fariñas explicó lo innovador de este trabajo, porque no existe un modelo similar, “sólo la Siemens sacó un equipo llamado Transengall 2000, el cual utiliza las mismas propiedades eléctricas, pero ellos lo hacen con conductividad y capacitancia, mientras que nosotros lo hacemos con un factor nuevo que hemos desarrollado acá que se llama factor de disipación eléctrica que creemos que nos da mucha más resolución, mucho más resultado que el que ellos planteaban. Este factor de disipación eléctrica no es más que la respuesta del tejido de perder o ganar energía”.

El inicio de toda investigación Cuando le preguntamos al investigador qué lo impulsó a iniciar esta investigación, en especial, viniendo de un ingeniero eléctrico, Fariñas nos remontó a sus estudios de postgrado en la Universidad Simón Bolívar, donde el profesor Francisco García Sánchez, quien se encargaba de estudiar las propiedades eléctricas de los huesos, le planteó la inquietud. “Yo en esa oportunidad trabajé con cadáveres para estudiar las propiedades eléctricas del cerebro y él siempre tuvo la inquietud de qué pasa si lo estudiamos para cáncer. Así empezamos a estudiar cáncer de mama, estudiando tejidos con cadáveres para diferenciar los tejidos sanos de los tejidos patológicos. Hicimos estudios y encontramos un factor muy variante, entre lo que es un tejido sano y un tejido patológico, y lo que estamos haciendo ahora es implementando eso. Ya hicimos las mediciones, las pruebas, la fase experimental, la fase del diseño del equipo la construcción y ahora lo probamos desde el punto de vista médico. Hasta ahora lo hemos hecho a 30 pacientes, de diferentes edades”.
Esta investigación ha contado con la participación no sólo de investigadores, estudiantes y hasta profesores de otras universidades como Cuba, sino que actualmente cuenta con el apoyo de los médicos del hospital Uyapar, José Gregorio Orta y José Puche.

Contribución a la salud
-¿Qué le falta a este proyecto?
-Nos falta una tercera etapa, queremos hacer un equipo que sea más versátil, más inteligente, que diga de una vez si es un tejido sano o patológico.
-¿En cuanto tiempo más esperan concluir con el proyecto?
-Nosotros aspiramos que en el transcurso de unos 4 años más podamos tener un equipo definitivo, para cumplir con todo el procedimiento necesario. No queremos sustituir ninguna técnica existente. Cada quien conoce las bondades y desventajas de las técnicas actuales. Las sociedades de cáncer de los diferentes países están reconociendo que la mamografía no es una prueba efectiva, que entre los 40 y 50 años la mamografía no aporta ningún dato importante al tiempo que se han descubierto muchos falsos negativos, es decir aquellas pruebas que se dieron por negativas y que realmente existía una anomalía en el seno y nosotros queremos contribuir a mejorar eso. Esta prueba no presenta ningún efecto secundario, no daña el tejido, no es dolorosa ni incómoda para el paciente.
-¿Han evaluado los costos de este equipo?
-En el mercado se comenzó a vender uno producido por la Siemens que costaba en el año 1999 cerca de 100 millones de bolívares; el de nosotros, salvando el abismo en recursos que hay con esta empresa, creemos que podemos hacer uno mucho más económico para uso social, que pueda ser empleado en los hospitales del país y este será un equipo venezolano.
Esta investigación ha sido reconocida en países como España, donde cuentan con varias publicaciones; México, y Colombia, donde hay un equipo multidisciplinario interesado en trabajar con nuestros investigadores. Todo esto ocurre tras el muro de ladrillos que nos separa de la primera ciudad universitaria experimental creada en Ciudad Guayana. Así avanza la ciencia.

1 comentario:

John dijo...

Este sistema es un gran avanze en la lucha contra esta enfermedad, hace un tiempo en una revista de farmacia llamada generic viagra, publicaron otro avanze el cual era un sistema que ayudaba a detectar el cancer de prostata, pero en fin, no le dieron la importancia necesaria y dejaron el proyecto a la mitad, seria bueno que a este sistema le den una mejor importancia!